17 abril 2015

De ansiedad social y otros traumas

Es increíble como en 7 días escribí más aquí de lo que hice en dos años (Las cosas que hace uno para no tener que estudiar...)
Esta entrada está dedicada a todos esos momentos en que pensamos en exceso.
... Bueno, puede que no me explicara particularmente bien allí. No es cómo que pensar sea un crimen. Y no es como que haya algo malo en analizar y/o dejar volar tu imaginación...
En fin. Comenzaré otra vez:
¿Les ha pasado alguna vez, al terminar el día, cuando se acaba el ajetreo del mundo externo y el mundo interno despierta, que comienzan a pensar en todas las cosas que hicieron? Cosas que entonces no les parecieron dignas de atención, cosas a las que no les dieron mucha importancia, y que de repente cobran todo un nuevo significado en esas horas de silente meditación...
Y entonces viene la vergüenza.
¿POR QUÉEEEEE?

¿Por qué dije eso? ¿Qué van a pensar de mí? ¿Cómo pude haber hecho eso? ¿Y si ahora me odian? ¿Y si piensan que soy horrible? ¿Y sí...? Oh, Dios mío, ¿Y si ahora...?
 
*Inserte ataque de pánico aquí*
¿QUÉ HICE?
 
Le damos mil vueltas a algo súper pequeño y terminamos convirtiéndolo en un problema de proporciones descomunales.
Y todo por pensar demasiado.
Es algo que me ha pasado cientos de veces. Que me ha mantenido despierta varias noches y que me ha costado bastante el comenzar a superar.
Y quería compartir con ustedes algo que he aprendido tras largos años de sufrir de pánico escénico y pena social. Tras años de ponderar acerca del complicado paradigma que es interactuar con otros seres vivos de mi misma especie.
Amores,
A nadie le importa
Mis amigos cuando armo el drama por estupideces
Literalmente, tienes que hacer algo verdaderamente terrible para que alguien piense mal de ti. A veces he llegado con terror a un sitio donde estuve veces anteriores, a la espera de que mencionar X o Y acontecimiento,y  todo el mundo me ha tratado exactamente igual.
Quizás hablen a tus espaldas(?) -Siendo honestos, son muchas las personas que hablan mal de una persona y luego la tratan de lo mejor cuando vuelven a verla- Pero, y de nuevo, es experiencia personal, vives tu vida mil veces mejor cuando dejas de preocuparte por lo que los demás digan de ti.
Una de las grandes realidades de la vida es que ni puedes ser perfecto, ni estás destinado a agradarle a todo el mundo. Incluso si eres una muy buena persona, inteligente, modesto, y tienes cientos de cualidades positivas, siempre encontraras un alma gris y llena de odio que trate de hacerte sentir peor, o trate de hacer que los demás tengan una mala opinión de ti, y sólo tus acciones demostrarán a los demás que no es cierto.
Así que de una introvertida a otros, no se den mala vida por el pasado. Si siguen vivos y nadie ha muerto o resultado gravemente herido todavía, si tu yo del futuro no ha vuelto a insultar a su propia progenitora y a pedirte que no lo hagas, si no hay música tétrica/incómoda en el fondo cuando te marchas del sitio... No puede haber sido tan malo.
De modo que, sean felices. Sé que pensar en exceso no es algo que uno pueda simplemente evitar, pero cuando pase, piensen en todas las cosas positivas que han hecho, en todo lo bueno que les ha pasado, e incluso, en todas las cosas que han sobrellevado -Porque todos hemos pasado por momentos duros que hemos aprendido a superar.
Y si en el peor de los casos, sí hicieron el ridículo, piensen que reírse de uno mismo también es válido, y de vez en cuando no está mal pasar un poco de pena.
De las malas experiencias también se aprende ¿no?
Hakuna Matata, uuuna forma de seeer...
Son mucho más que sus virtudes y sus errores, y nada de eso los define. Pero tampoco actúen como si ni uno ni el otro existieran, pues forman parte de su historia.
 
All of your flaws and all of my flaws,
When they have been exhumed,
We'll see that we need them to be who we are
Without them, we'd be doomed.
Flaws, Bastille.
 
Sin más nada que decir, se despide,
 
S.C. (co-bloggeando con Mel e Isabella)
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