05 junio 2019

¡"Un giro en mi historia" disponible en Amazon!

Queridísimos lectores, aquí estoy, más de año y medio después, pero con noticias fantabulosas.
¡Ya soy una autora publicada! (Yeeeeey) 
Así es, queridos lectores, su soñadora favorita ha traspasado las barreras de la internet y llega hasta ustedes para anunciarles que, en efecto, ya pueden adquirir su novela desde la comodidad de sus casas. 
Les presento a mi bebé (Redoble de tambores...): 
Un giro en mi historia 
Ta-daaaaaa!
Portada por la maravillosa Mel, que logró salvar el desastre que yo había hecho
Sí, de cuyo nombre deriva el nombre de este blog :)


Sinopsis:

Capítulo I: El comienzo
La vida de Samantha Rilley parece ser la de cualquier otra adolescente,  aunque  todo eso está a punto de cambiar.  Al comenzar la preparatoria, conoce a Matt, un chico que parece esconder más de un secreto. Después de un tormentoso comienzo, y una serie de eventos disparatados, los dos terminan por hacerse amigos… Pero, al acercarse su decimosexto cumpleaños, un acontecimiento inesperado pone en peligro la vida de Sam, y obliga a Matt a revelarle su verdadera identidad, y el secreto que yace detrás de la muerte de sus padres.  El mundo de Samantha ha dado un giro de 180 grados, y nada es lo que ella creía. El tiempo se agota y la joven tendrá que tomar la decisión más grande de su vida, poniendo en riesgo su vida y el destino de toda una nación.  ¿Serías capaz de abandonar todo cuanto conoces y  aventurarte a lo desconocido? ¿Y si sólo de esa forma pudieras descubrir quién eres en realidad?
Duración: 28 capítulos.
Género: Fantasía, aventura.


Capítulo II: Preparatoria
Originalmente, estaba publicada en wattpad, donde podrás conseguir la segunda parte y lo que llevo de la tercera, así como un preview de esta, para que puedas ver de qué se trata. En caso de no tener cuenta en Wattpad, puedes buscar dicho preview aquí :)


Capítulo III: Una nerviosa Julieta
Me tomó muchísimos años lograr publicarla, y es un sueño que he tenido desde hace más de diez años, así que es con mucho orgullo y alegría que les anuncio que, tras desvaríos y malaventuras, tras tropiezos, lágrimas y momentos en los que estuve apunto de rendirme... Finalmente pueden adquirirla por medio de Amazon :) 
Capítulo IV: Sueños, vidrios, lluvia y sangre
(Yeeeeeeeeeey)

Capítulo IV: Sueños, vidrios, lluvia y sangre
Ahora bien, si te interesa el formato tapa blanda, ingresa aquí , o aquí si quieres comprar el ebook


Capítulo V: Visitas inesperadas
Y no olvides comentar tu compra en las redes sociales con el hashtag: #UnGiroEnMiHistoria y contribuir con un review en la página de Amazon, para que otros posibles compradores sepan tu opinión :)



¡Muchas gracias por tomarte el tiempo de leer esta publicación, querido lector! 



Sin más nada que decir, se aleja volando,

SC (co-bloggeando con Mel e Isa)

24 octubre 2017

Coplas del amor viajero

Coplas del amor viajero:

No sé si me olvidarás,
ni si es amor este miedo;
yo sólo sé que te vas,
yo sólo sé que me quedo.

ANDRÉS ELOY BLANCO

1

Como la espuma sutil
con que el mar muere deshecho,
cuando roto el verde pecho
se desangra en el cantil,
no servido, sí servil,
sirvo a tu orgullo no más,
y aunque la muerte me das,
ya me ganes o me pierdas,
sin saber que me recuerdas
no sé si me olvidarás.
2

Flor que sólo una mañana
duraste en mi huerto amado,
del sol herido y quemado
tu cuello de porcelana:
Quiso en vano mi ansia vana
taparte el sol con un dedo;
hoy así a la angustia cedo
y al miedo, la frente mustia...
No sé si es odio esta angustia,
ni si es amor este miedo.
3

¡Qué largo camino anduve
para llegar hasta ti,
y qué remota te vi
cuando junto a mí te tuve!
Estrella, celaje, nube,
ave de pluma fugaz,
ahora que estoy donde estás,
te deshaces, sombra helada:
Ya no quiero saber nada;
yo sólo sé que te vas.
4

¡Adiós! En la noche inmensa
y en alas del viento blando,
veré tu barca bogando,
la vela impoluta y tensa.
Herida el alma y suspensa
te seguiré, si es que puedo;
y aunque iluso me concedo
la esperanza de alcanzarte,
ante esa vela que parte,
yo sólo sé que me quedo


...

¡Hola! Espero se encuentren bien. Quería compartir este poema con ustedes, creo que es uno de mis favoritos hasta ahora. 
Sin más nada que decir, se despide,

S.C.

09 octubre 2017

Psicozuela Ilusionada

En estos días centelleantes 
Llenos de ideas delirantes 
Sería incluso "disgustante"
Decir que todo irá bien. 
Decir que aquí no hay problemas 
Que las tiendas están llenas  
Cuando el país es un poema 
De mentiras en tropel 
Pero en medio del desaliento 
De la tristeza y la hiel 
Aunque sea por un momento 
Los invito a pretender
Que las colas son una fiesta 
Y las pistolas ceniza 
Que la crisis nos da risa 
Y las balas son de papel. 
Y si en este breve idilio  
De delirante hilaridad 
En medio de adicciones 
Y trastornos de personalidad 
Encuentran un parecido 
Con nuestra loca realidad 
Amigo míos, lo más probable 
Es que haya sido verdad. 

S.C.

08 octubre 2017

No trates de encontrarle sentido a esto

La vida no es más que un amasijo incoherente de ironías, déjà vus, sorpresas y desilusiones. Las sorpresas son gratas (casi siempre), las ironías a la larga dan risa, los déjà vus nos hacen preguntarnos si en verdad existen varios universos (I'm looking at you, Marvel). Las desilusiones nos recuerdan que no todo es color de rosa.
Pero lo cierto es, que no deberíamos molestarnos en encontrarle lógica. O en creer que tenemos todo bajo control, porque siempre encontrará una manera de que todos nuestros planes se vayan al demonio.
No importa cuanto te organices, cuanto te esfuerces y planees, siempre se las arreglará para hacerte correr al último minuto, desesperado por lograr aquello que te proponías.
Ah, cómo es bella la vida. Bella como una patada en el...
En fin, aunque es difícil verlo, me gustaría creer que todo este desastre ilógico a la larga tendrá sentido. Como lo ha tenido siempre, cuando sobrellevo la crisis. Que cuando terminen estas semanas miraré atrás y veré que no era tan malo como parecía, o que sí lo era y logré superarlo, o que todas estas cosas me llevaron a algo mejor, sea lo que sea. Como los protagonistas en las películas, que miran atrás y dicen que de ser posible, no cambiarían nada de lo que los llevó a estar donde se encuentran, porque no quisieran estar en ningún otro lado más que allí.
Quiero creer que algún día esa seré yo, que esto no es más que los traspiés de mi historia de cuento de hadas. Lo creeré hasta la demencia o la senectud, porque sólo así dejaré de tomarme las cosas tan en serio: Viéndolas solo como nudos en la trama, y no como agujeros donde estoy cayendo.
Pero amigos, de verdad, no traten de encontrar una lógica a las vueltas de la vida.
Sin más nada que decir, se despide,
S.C., escribiendo por primera vez desde hace cuatro cinco meses



25 mayo 2017

Momentos de nostalgia

"Algún día serás lo suficientemente viejo como para leer cuentos de hadas otra vez. "
C.S. Lewis


¿Quién no ha querido volver a ser niño? Volver a pasar el día viendo televisión y comiendo dulces, volver a los tiempos de juegos, idas al parque y pintar con los dedos, volver a ver el mundo con ojos llenos de ilusión, como si todo fuera mágico, todo especial. Creer en hadas, y en Santa, y en un ratón de apellido latino que se escabullía entre las almohadas para dejar monedas.
Era más fácil cuando el mundo era más pequeño, y nosotros sabíamos mucho menos.
O quizás... Quizás sabíamos más. ¿Sabrán los niños algo que no sabemos, un secreto mágico-místico que olvidamos al crecer, cuando nuestras vidas se llenan de preocupaciones y el mundo se hace demasiado grande, cuando los juegos se quedan cortos y comenzamos a entender otras cosas?
O al menos, creemos entenderlas. 
A veces me gustaría recordar ese secreto. Me gustaría ver las cosas como las vi aquella primera vez, y soñar con ríos de chocolate y estrellas de caramelo. Me gustaría no pensar en peligros y en problemas, y en todo lo que podría salir mal. Me gustaría creer que hay hadas volando afuera de mi ventana, y que las flores cantan, como en Alicia en el país de las maravillas. Me gustaría creer que escondida entre las estrellas se encuentra la isla de Nunca Jamás.
Me gustaría ser demasiado joven para entender, o quizás, ser lo suficientemente joven como para entenderlo todo.
Dicen, sin embargo. Que nunca dejamos de ser niños. Que en el fondo, incluso el más sabio de los adultos es sólo un niño, explorando el mundo, comprendiendo más y más cada día, soñando con tierras de fantasía donde los juegos nunca terminan y todo está bien.
Quizás, mientras más sabios somos, más niños nos volvemos. 
Cuando dejamos atrás los formalismos, cuando vamos más allá de lo políticamente correcto, y vemos la vida por encima de las complicaciones innecesarias de la adultez. ¿Qué nos hacía estar equivocados entonces, era sólo por comprender lo simple de las cosas, acaso? ¿No era entonces cuando nuestros padres sonrían afectuosamente y decían "Eres demasiado pequeño, te lo explicaré cuando seas grande" y nosotros simplemente no podíamos esperar?
Aren't we?
Y ahora somos grandes, y fingimos que entendemos. Fingimos que todo tiene sentido, cuando realmente no lo tiene. Fingimos que Alicia en el país de las maravillas no es más que un cuento, que nuestro mundo tiene pies y cabeza. Nos vanagloriamos de tener todos los pies bien puestos sobre la tierra.

Quizás, haciéndolo, nos complicamos demasiado la vida, creando normas y predicamentos que, a la larga, aprendemos no sirvieron de nada. Dejamos atrás los sueños infantiles, creyéndonos maduros, y luego nos arrepentimos de habernos dejado a nosotros atrás también. De que la persona que nos hemos convertido, seria, madura, independiente, no es más que un niño pequeño, muy en el fondo, diciéndose una y otra vez "Soy grande ahora, mírenme... ¿Por qué aún no comprendo? ¿Por qué ahora todo es más difícil?"
Y nos arrepentimos de haber olvidado aquello que creímos no importaba, y que resultó ser lo más importante. 
Quizás, todos deberíamos volver a soñar, ver el mundo como debería ser, como dice la cita de este blog, como queremos que sea, como nos de la gana. Quizás seríamos más sabios entonces, más felices. Quizás terminarían todos nuestros prejuicios y nuestros problemas. ¿No entienden los niños siempre que todos somos iguales, que la solución adecuada no es sino la más simple? El mundo es grande, sí, pero ¿eso a quién le importa, siempre que haya cuentos que leer, aventuras que vivir, juegos que jugar?
Quizás... Estoy soñando demasiado, quizás es imposible. Después de todo, como decía Oscar Wilde, "no soy lo suficientemente joven para saberlo todo."



Sin más nada que decir, se despide,
S.C.




24 mayo 2017

La ansiedad del suspenso

Mi papá suele decir que resulta más fácil ver los toros desde la barrera. No sé de donde proviene el refrán, pero sí que se refiere a lo fácil que es hablar de algo que no se está viviendo en carne propia. A lo fácil que es juzgar, sin conocer. A lo simple que se ve algo cuando lo ves desde afuera.
Bueno, este no es el caso. 
Porque desde donde estoy parada, las cosas se ven muy, muy feas.
Y no ha sido particularmente fácil. Últimamente tengo la sensación de estar hecha de goma, como una liga. De que tiran de mí por ambos extremos, y que sólo falta un poco más de presión para que finalmente explote. Es la misma sensación que me embarga cada vez que escucho que alguna persona que conozco va a ir a protestar. 
Una parte de mí quiere decirle a mis amigos, a mis conocidos, a las personas que podría no volver a ver: "Quédense en casa, no vayan."
Y otra parte, otra parte que entiende la ira, los años de resentimiento, que es consciente de que todo esto tiene que valer la pena, sabe que no hay fuerza en la tierra que sería capaz de detenerlo. No puedes detener un huracán con las manos, no puedes devolver el genio a la botella. Ha comenzado, y no hay vuelta atrás.
Pero no puedo evitar pensar que podría llegar el día en que escuche de otra muerte, y esta vez, otra vez, vuelva a ser alguien cercano a mí. El día en que volvamos a las aulas de clase, y haya puestos vacíos, y todos sepamos por qué. 
No puedo detenerlos, como no puedo detener la marea. 
No conozco a muchos, se puede decir que a la mayoría, pero algún día me gustaría hacerlo. Me gustaría sentarme con ellos, cuando todo termine, y escuchar sus historias, decirles lo valientes que fueron, incluso cuando no los apoyo del todo, incluso cuando no entienda muchas de sus ideas. Lo valientes que fueron por dar aquel paso que nadie más se atrevía, por arriesgar sus vidas por un cambio que deseaban tan desesperadamente. Me gustaría saber que fueron felices, que lo lograron, que están a salvo.
Cuídense, chicos. Tengan muchísimo cuidado. No se rindan, pero permanezcan a salvo.
Quiero poder conocerlos a todos.




Sin más nada que decir, se despide desde la barrera, 
S.C.

22 mayo 2017

Oda a la tolerancia

Estamos en una época de cambio.
No hace falta salir de tu casa para saber eso. No hace falta ver las noticias, o el teléfono. Está en el aire, como las corrientes traídas por la marea. Está tan cerca que si estiras los dedos, puedes palparlo. Ha llegado el momento, luego de tantos años.
La cosa es, ¿sabremos aprovecharlo? Después de todo, no basta sólo con lograrlo. No basta con empujar al otro de la silla y tomar asiento.
Un cambio de rumbo incluye también un cambio de mentalidad. Sino, no se va a ningún lado. Sin comprensión y raciocinio, flotamos a la deriva. 
Y eso es algo que muchas personas no parecen entender. ¿Cómo esperan cambiar el mundo, si no están dispuestos a aceptar una idea opuesta a la suya? ¿Cómo esperan ser escuchados, si no escuchan? ¿En qué momento nos volvimos tan ignorantes, como para convertir un debate no en una oportunidad para exponer nuestro punto, sino en otra ocasión para decirle al otro por qué está equivocado y por qué es un idiota sólo por pensar diferente?
¿En qué momento, incluso los que pensamos igual, nos convertimos en rivales?
Debió ser el mismo instante en que olvidamos que todos los extremos son malos, que el radicalismo es una postura tan mala como la misma cadena que nos aprisiona. Que es gracias al extremismo que estamos en la situación de la que tanto luchamos por salir. 
Luchar por algo bueno no te justifica para denigrar a los que no apoyan tu postura, o a los que lo hacen pero no actúan como tú. Ese es el principio que nos ha llevado a esto. Esa es la razón por la que seguimos perdidos en la ignorancia y la intolerancia. 
Qué bonita palabra, ¿no?: T-O-L-E-R-A-N-C-I-A 
"No comparto tus ideas, las tolero."
Porque soy un ser humano pensante, y tú también lo eres, y mis creencias no cambian las tuyas. Porque pueden gustarnos distintas cosas, o podemos soñar con cosas distintas, o podemos creer que existe otro camino para llegar a ellas, pero no por eso tú tienes razón y yo no. Y no por eso estás equivocado. No por eso debo obligarte a aceptar mi idea.
Eso es lo que tanto nos falta. Tolerancia.
Cómo me gustaría llegar a ver un país que escucha opiniones, un país que, luego de tanto jactarse de que lo hará, esté abierto al diálogo, al cambio, a la comprensión.
Pero en el momento en el que más lo necesitamos, a la hora de la verdad, damos muestra de falta de aquello que más deberíamos ofertar: Respeto, paciencia, y sobre todo, tolerancia. 

Sin más nada que decir, se despide,
S.C.