11 julio 2011

Es increíble todo lo que nos quejamos.

Hace varios meses publiqué una nota en Tumblr donde me quejaba de lo mucho que nos quejábamos. Sí, así mismo. Y es que "dejar de quejarnos" es bastante complicado ya que es algo así como un instinto del ser humano. Aquí les dejo esa nota (la cual modifiqué un poco mientras la leía pos milésima vez).

Como todos sabemos, la vida no es perfecta, mejor dicho, la vida es así, con cosas buenas y malas, por lo tanto es perfecta. Que no nos guste es otra cosa muy distinta. Pero nos vivimos quejando de cosas irrelevantes. Y no nos damos cuenta de que hay personas que si tienen verdaderos motivos para quejarse y no las vemos llorando en un rincón, peliando con todo el mundo, quejandose de su “mala suerte” (claro, hay casos de casos pero a esos no les prestemos atención en este momento) si no, que andan tratando de solucionar sus problemas, sorien, disfrutan… Esas personas son los verdaderos heroes de esta vida, aquellos que se ríen de sus desgracias y que aun así tratan de salir adelante. Aunque lo que yo esté diciendo probablemente todo lo sabemos, lo olvidamos totalmente cuando nos pasa algo “malo”. Así que la próxima vez que estés llorando porque tienes problemas con tu novio/a piensa que hay miles de familias cayéndose en pedazos. Cuando estés llorando porque tienes gripe y no pueder ir a una fiesta piensa en todas esas personas de tu misma edad que están internados en una clínica de por vida, luchando contra el cáncer, el SIDA, o cualquier otra enfermedad. La próxima vez que andes peleando porque no tienes dinero para ir al cine (esto se me aplica muy a menudo) piensa en toda esa gente que se está muriendo de hambre en las calles de todo el mundo.

La vida está llena de momentos de felicidad, donde todo resulta fácil, pero también de momentos tristes, suceden cosas desagradables, ocurren cosas que jamás hubiésemos querido que ocurrieran, nos sentimos solos, desamparados. Pero eso es parte de la vida, incluso, tenemos que disfrutar esos momentos, no de la forma masoquista, pero sí hay que vivir esos momentos, SUPERARLOS y seguir adelante.

Una vez que algo anda mal, lo único que queda es que las cosas cambien de rumbo y vayan mejor. Si las cosas andan bien, se van a poner mal; si las cosas andan mal, se van a poner bien. ¿Por qué? Porque no queda de otra.


Limón (co-bloggeando con S.C. y KyokoD)

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