Crecen tan rápido *cries*
Como les decía: Es mi deber, como su tía favorita (aunque ella no sepa que lo soy) hacerle algo especial en su día especial. ¿Cuál fue mi brillante idea? ¡Una torta!
Mi alivio fue instantáneo, tanto, que se me olvidó preguntar si era harina todo uso o leudante (no pienso aburrirlos con detalles sobre repostería, empezando que no sé mucho tampoco, así que solo les diré que es diferente).
Cuando le pregunto... Era harina pan (Entiéndase, harina para hacer arepas)
El que me diga como hacer una torta con harina de hacer arepas le doy un premio...
Después de media hora sin decidirme entre reírme o ir hasta su casa y golpearlo, volví a concentrarme en mi todavía existente problema.
Luego de mucha búsqueda exhaustiva en mi casa ¡Encontré harina!
Pero apareció otro problema... No había mantequilla. Y ni hablar de los materiales para el nevado.
Como les dije... Los astros no estuvieron de mi lado esta semana.
Resulta que mi fantabuloso vecino (que o es más amable de lo que pensaba o estaba muy aburrido en su casa...) se ofreció para hacernos el favor de ir hasta la panadería a comprar los materiales que faltaban. Resulta que no había ninguno, y a él casi lo para una patrulla por ser menor de edad (Mi consuelo es que el universo tampoco estuvo del lado de mucha gente, me alegra saber que no era personal (??) )
Quedaba una alternativa: Alex, quien se apareció con mantequilla para untar que nunca había usado (todavía no me explico porque en el Berlitz había mantequilla, pero tampoco me iba a poner quisquillosa con los detalles), y de la que no estaba segura si fuera buena idea usarla.
Se me olvidó decir que en esas yo había conseguido un pote de mantequilla en mi casa del que uso normalmente. Cuando miro la fecha de vencimiento.... ¿A qué no adivinan?
Enero 2011.
Así que no me quedó otra más que fiarme de la mantequilla para untar que, a fin de cuentas, decía ser lo mismo que la otra (Debí escuchar mi primer instinto)
Finalmente, teníamos todos los materiales. Y comenzó el proceso de hacer la torta sin muchas incidencias (Apartando un accidente con una botella de Coca-cola, cuyo culpable NO voy a mencionar) y la torta estaba finalmente en el horno.
Después de tanto sufrimiento, lo mínimo que uno podría esperar era ver esto...
...Creciendo en el horno.
Bueno, no fue así. Ni siquiera conseguí una imagen en internet para que la vieran. ¿Saben por qué? ¡Porque nadie sube una foto de una torta aplastada! Sí, aplastada. Y dura como una piedra.
No pienso regalarle ESO a mi sobrina (Las burlas sobre mi persona durarían hasta el final de los siglos). ¿Lo bueno? Sabe bien, así que tengo torta en mi casa para todo el que la quiera probar. ´
En sí, la tarde no me salió tan mal, en absoluto (algún día dedicaré una entrada a eso), a pesar de que con todo y gripe terminé yéndome a dormir a las 12.
¿Lo malo? Después de una odisea de un día entero... Tendré que llevar a Jhoselyn al cine.
Con esto se despide,
S.C. (cobloggeando con KyokoD)
KyokoD was here!
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