Supongo que no tendré que dar muchas explicaciones con respecto a la idea principal de esta entrada, creo que el título es bastante directo.
Alguna vez nos hemos visto en esa situación desesperante donde no hacemos otra cosa que quejarnos de lo que estamos viviendo en ese momento y al mismo tiempo nos quejamos porque antes nos quejábamos de otra cosa que actualmente preferiríamos estar viviendo que lo que actualmente vivimos. (Muchas palabras pero creo que doy a entender mi punto). Y probablemente, en el futuro nos seguiremos encontrando con situaciones similares, dado que somos humanos y a los humanos nos encanta hacer ese tipo de cosas (por más que no sea lo ideal) repetidas veces a lo largo de nuestras vidas.
¿De dónde salió esta entrada? (Si estuviésemos cara a cara les diría que de mi cabeza, pero como ese no es el caso...) El lunes pasado comencé la universidad (si leyeron la última entrada de S.C se habrán enterado), y estaba sumamente emocionada dado que había pasado aproximadamente seis meses sin hacer nada relevante y por fin saldría de la monotonía. Nada más me bastó unos tres días para querer volver a mis seis meses de monotonía.
No me tomen a mal, me encanta la universidad pero no me agrada esa cantidad excesiva de deberes. 6 meses fueron más que suficientes para desacostumbrarme a la vida de estudiante.
Cumpliendo con el deber de no abandonar el blog,
mirando con odio la montaña de tareas que se acumulan a un lado de la habitación,
me despido.
Limón (co-bloggeando con S.C. y KyokoD)
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