... Mejor conocida como KyokoD. ¡Síiii chamo, yo! =DD Feliz Navidad, feliz año, felices reyes, feliz día de los inocentes, feliz Hanukkah (- Tras 10 minutos de buscar en Google cómo se escribía...), blah, blah, blah. No es el tema que nos atañe.
En un nuevo capítulo de mi bitácora de viajera espacio-temporal, he descubierto un secreto magico-místico y milenario, sólo conocido por personas de alta sabiduría que han alcanzado la paz interior, y pueden mover gotitas con la mente como Kung-Fu Panda. Buenas fuentes me han informado de que, si te afeitas antes de que te venga la menstruación por primera vez, no te saldrán más pelos en tu vida. ¡¡No más cañones y trocitos sin afeitar!! ¿Tienen idea de lo cool que es eso? Pregúntenle a un lampiño, él les puede decir. Como no, esta información tan importante tenía que hacérsela llegar a todo el mundo, y la primera y principal persona sería...
-MELINNAAAAAAAAAAAAAAAAA, ¡Andá bañate!
-¡Síiii Maaamiiiii!
Una desdichada niña de unos 9 años, con una flojera que no podía ni Dios ante la idea de bañarse, fue en su camino hacia el baño. Agarró su toalla, su gorrito para el cabello, su patito de hule y su esponjita con forma de mariposa, mascullando por el camino en contra de todo lo habido y por haber en la naturaleza. Entró al baño muy tranquilamente, dejó su toalla y su gorrito encima del cesto de la ropa sucia, y fue entonces cuando notó una presencia stalker en una esquina del baño.
-... -Parpadeó varias veces. Bueeeeno, quizás estaba empezando a alucinar.
-¡Holiiiiiiiis! -saludé, más alegre que yo no sé qué.
-... -Y sin decir absolutamente nada o siquiera parpadear, mi yo menor dio media vuelta para salir del baño.
-HEY -Le agitar puño con desdén- ¡¡¡No huyas!!!
-DDD: ¿Quién eres? -preguntó, como si no fuera obvio.
-Pues tú, mi amorch -respondí... venga, como si no fuera obvio. Porque sí, a la mierda el resto de la población, la primera persona que debía enterarse de tan importante descubrimiento era yo misma, pero unos cuantos años atrás. Ésta me miró como si fuera un fantasma (oh, kids these days, tan realistas que no pueden ni concebir la existencia de una máquina del tiempo...), y como sabía que no me iba a creer ni aunque le pagara, preferí ir directo al grano:- Aféitate.
-... ¿Qué?
-Que te afeites -repetí, apuntando con el dedo índice hacia la afeitadora convenientemente ubicada en la ventana del baño.
-¿Pero por qué? D:
-Porque si no lo haces tendrás que estarte afeitando por el resto de tu vida. No me hagas levantarme los pantalones -amenacé, apuntando ahora al ruedo de mis pantalones. Mi otra yo seguía mirándome incrédula.
-Pero, pero no me puedo afeitar, ¡Soy muy pequeña!
-Afeitarse desde la pequeñez no trae más que ventajas en el futuro, ¡Me lo contaron ayer!
-¿Pero, pero y si me corto?
-Lo superarás. Te lo digo yo, y soy tú. -La niña prefirió pasar esa oración por alto.
-No D:
-D:< ¿Cómo que no?
-¡Me voy a cortar!
-¡Que no, verga!
-¡Soy muy pequeña!
-¡Luego no te tendrás que afeitar nunca máaaaaaaaaaaaaaas!
-¡Pero no!
-¡No me hagas agarrar la afeitadora! Oh, lo voy a hacer. ¡¡LO VOY A HACER!!
-¡Aléjate con esa de mí! ¡Atrás bestia, atrás! -Vale, eso no funcionaba. Plan B de mi yo del pasado: Huir como una cobarde. Eficacia: Abrumadoramente buena. Eché a correr detrás de ella, pero la condenada me recordaba lo rápida que era cuando aún era pequeña. Dat little betch.
-¡¡¡¡VUEEEEEEEEEEEEELVEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!! -agité la afeitadora con desdén. Sinceridad, yo tampoco habría vuelto de haber estado en su situación.
-¡¡¡NO TE ME ACERQUES!!! -gritó, corriendo por toda la casa por su vida.
Sobra decir que nunca la logré atrapar, y el flujo temporal se abrió antes de que pudiera acorralarla en un rincón y afeitarle todo el pelo que encontrara. Ahora odio a mi yo misma del pasado, pero ese no es el punto. El punto es que, si no consiguen una máquina del tiempo o si la tienen y no logran acorralar a su mini-yo para afeitarles, siempre pueden decirle a toda la gente pequeña que conozcan que aprovechen ahora que pueden para librarse de un horrible futuro de afeitadoras, cremas depilatorias, banditas de cera y depilación láser que cuesta más de lo que dura. Fin de la Bitácora.
-... ¿Qué?
-Que te afeites -repetí, apuntando con el dedo índice hacia la afeitadora convenientemente ubicada en la ventana del baño.
-¿Pero por qué? D:
-Porque si no lo haces tendrás que estarte afeitando por el resto de tu vida. No me hagas levantarme los pantalones -amenacé, apuntando ahora al ruedo de mis pantalones. Mi otra yo seguía mirándome incrédula.
-Pero, pero no me puedo afeitar, ¡Soy muy pequeña!
-Afeitarse desde la pequeñez no trae más que ventajas en el futuro, ¡Me lo contaron ayer!
-¿Pero, pero y si me corto?
-Lo superarás. Te lo digo yo, y soy tú. -La niña prefirió pasar esa oración por alto.
-No D:
-D:< ¿Cómo que no?
-¡Me voy a cortar!
-¡Que no, verga!
-¡Soy muy pequeña!
-¡Luego no te tendrás que afeitar nunca máaaaaaaaaaaaaaas!
-¡Pero no!
-¡No me hagas agarrar la afeitadora! Oh, lo voy a hacer. ¡¡LO VOY A HACER!!
-¡Aléjate con esa de mí! ¡Atrás bestia, atrás! -Vale, eso no funcionaba. Plan B de mi yo del pasado: Huir como una cobarde. Eficacia: Abrumadoramente buena. Eché a correr detrás de ella, pero la condenada me recordaba lo rápida que era cuando aún era pequeña. Dat little betch.
-¡¡¡¡VUEEEEEEEEEEEEELVEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!! -agité la afeitadora con desdén. Sinceridad, yo tampoco habría vuelto de haber estado en su situación.
-¡¡¡NO TE ME ACERQUES!!! -gritó, corriendo por toda la casa por su vida.
Sobra decir que nunca la logré atrapar, y el flujo temporal se abrió antes de que pudiera acorralarla en un rincón y afeitarle todo el pelo que encontrara. Ahora odio a mi yo misma del pasado, pero ese no es el punto. El punto es que, si no consiguen una máquina del tiempo o si la tienen y no logran acorralar a su mini-yo para afeitarles, siempre pueden decirle a toda la gente pequeña que conozcan que aprovechen ahora que pueden para librarse de un horrible futuro de afeitadoras, cremas depilatorias, banditas de cera y depilación láser que cuesta más de lo que dura. Fin de la Bitácora.
En fin. Luego de dar información tan vital para el futuro del mundo, se despiiiide
KyokoD (co-bloggeando con S.C. y Limón)
KyokoD (co-bloggeando con S.C. y Limón)
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