22 mayo 2011

Cosas de la vida...

Hace tiempo que no dejaba una entrada aquí (de hecho, hace tiempo que no escribo nada en absoluto), y es que últimamente no he tenido nada bueno que contar a nadie, pero quería contarles hoy algo que me pasó cuando estaba haciendo mi labor social en el colegio.


Fuimos a una fundación que da educación a los niños sin recursos, así como alimento y otros servicios que normalmente no reciben en la zona en la que viven. Los niños nos saludaron y nos Pasamos todo el día allí, ayudando, jugando con los niños, pintando con ellos y les regalamos juguetes y dulces. Algo pequeño, en realidad, comparado con lo mucho que podríamos hacer allí, que todos pudieramos hacer en el mundo, si tuvieramos la voluntad y las ganas de hacerlo. Y es asombroso como, hasta esa pequeña acción que no nos costó más que unas horas de calor y mancharnos todos de pintura (cosa que no nos molestó a ninguno) nos trajo como recompenza cientos de sonrisas, y la sensación de haber hecho algo bueno.



Pero no vengo a hablarles sobre eso, sino sobre algo que de verdad me marcó. Algo que me dijo uno de los niños (le digo niño, pero en realidad, sólo era unos años menor que yo).


Cuando ya teníamos que irnos, la profesora que nos acompañó nos felicitó a todos por nuestro buen trabajo, y felicitó a los padres que nos habían acompañado por compartir esa experiencia inolvidable con nosotros. Él, que estaba sentado frente a mí, me preguntó si yo era mamá, a lo que sonreí y le dije que no. Luego le preguntó a un amigo que estaba cerca si él era papá, y él contestó que no pensaba ser padre hasta dentro de unos diez, quince años, cosa con la que coincidí. El niño nos preguntó que edad teníamos, y los dos contestamos que diecisiete, a lo que él respondió, con asombro, que si él tuviera nuestra edad, ya habría tenido siete hijos.


Ninguno de los dos supo que decir, hasta que mi amigo habló, y le explicó que para tener un hijo, necesitabas primero tener una carrera y ser un profesional, porque sino, no tendrías los recursos necesarios para mantener a tu familia. Él, con un ademán despectivo y una sonrisa, contestó que eso era lo que menos le preocupaba.


Esa es una de las razones por las que hay pobreza en el mundo (no digo que sea la única, porque eso sería ser muy idiota): Porque nadie hace nada, ni las personas que si tienen recursos por ayudar, ni las que no tienen por progresar. Ambos lados se sientan a esperar que el otro lado haga el intento. Las personas que no sufren, a esperar que los otros intenten progresar, y los que sufren, a esperar que los otros los ayuden.


Ese niño pensaba así, porque su familia pensaba así, y le hicieron ver que no valía la pena pensar en las consecuencias de tus acciones. En un futuro, ese niño será un adulto, tendrá muchos hijos (probablemente con diferentes mujeres) y se verá en las de Caín para mantenerlos, si es que se preocupa por ellos, porque muchos no lo hacen.


Sí, ya sé que es injusto decir que todas las personas piensan así, y también es estúpido esperar que todos tengan la suerte de conseguir una beca y salir adelante (muchos lo habrán intentado y no lo habrán conseguido) pero, mi punto, es que hay personas que ni siquiera lo intentan. No quiero sonar cínica ni nada por el estilo, pero si nadie, ni rico, ni clase media, ni pobre, hace nada ¿Cómo se supone qué nuestro mundo progrese? Francamente, si seguimos así, no iremos a ningún sitio.


Decimos que el mundo está cada vez peor, que antes era un lugar mejor, pero quizás era porque nuestros predecesores si pensaron en un futuro, en la generación que vendría. Pero nosotros sólo pensamos en nosotros. Venimos, vivimos, y dejamos el mundo hecho un desastre para la próxima generación. Y después, ¡tenemos el atrevimiento de culpar a los demás!


De verdad, es muy triste que las únicas veces que ayudemos, es cuando tenemos que hacerlo.


S.C. (co-bloggeando con KyokoD)


1 comentario:

  1. Si es que de verdad, no sé como lo haces. Yo le hubiese dado treinta bitchslaps al coño/coñito por tal brutalidad. Gracias a los Dioses que no todos son como él.

    PD: ¿La foto se la tomaste tú a los niños o la sacaste de algún sitio?

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