¡Hola! ¿Cómo pasaron el fin de semana?
Sí, lo sé. Tenía tiempo sin escribir aquí, y lo siento mucho, es que nos torturan con exámenes (*le drama* </3)
Pero siendo honestos, fue menos tiempo de lo que normalmente paso ausente(?), así que supongo que todavía cuenta como que lo estoy intentando, jajaja.
Escribí esto hace poco, basándome en una historia que quiero escribir más adelante y un poema que leí en Tumblr cuyo nombre no recuerdo (Si lo consigo, lo anexaré, en verdad vale la pena leerlo). La historia es parte de una saga, pero aun falta mucho para llegar a ese libro en particular, ya que quiero cubrir otras cosas primero.
Espero les guste :)
Venga a nosotros nuestro reino, hágase nuestra voluntad:
Creímos que seríamos eternos.
Creímos que seríamos gigantes en este mundo de hormigas. Nuestros planes siempre fueron ambiciosos, extenderíamos los dedos y alcanzaríamos las estrellas, desgarraríamos el cielo y las tomaríamos una a una.
Nuestra hambre no tenia fin, tampoco nuestra sed de poder, nuestras ganas de dejar nuestros nombres en cada piedra. Seríamos infinitos, seríamos inmortales, nuestro reinado duraría para siempre.
Pero nos equivocamos.
No sé cuando comenzó. No sé si fue súbito, como la explosión que sacudió los muros de nuestro palacio de oro. No sé si fue despacio, como las grietas que se abrieron camino en la piedra antes de que todo se desmoronara. Como las llamas que fueron de habitación en habitación y llenaron nuestro mundo de humo antes de engullirte.
No sé si la tormenta llegó a nosotros, o si nosotros trajimos el huracán. ¿Despertó nuestra avaricia, acaso, algún poder más allá de nuestra comprensión ¿Molestamos alguna fuerza que jamás debimos molestar?
Quizás los dioses se oponen a que los humanos quieran ser inmortales. Quizás las estrellas no quieran ser arrancadas del cielo.
Fue un pecado, fue nuestra condena. La sangre en nuestras manos era demasiado espesa, derrumbamos demasiados reinos, construimos monumentos tan altos que los dioses se dieron cuenta. La gloria jamás estuvo hecha para nosotros.
Pero no me arrepiento de nada.
Porque la tuve. Tuve esa gloria entre mis dedos, comandé ejércitos enteros con una palabra. Fui reina, fui una diosa, fui una estatua viviente y fui objeto de adoración.
Vi el temor en los ojos de mis enemigos, y vi el amor en los tuyos. Vi la misma sed, la misma ambición, la misma hambre que sabía encontrarías en mi rostro. Fuimos asesinos con coronas, y disfrutamos cada minuto de ello.
Destrozamos a nuestros enemigos, reescribimos la historia, brindamos nuestros triunfos con copas hechas con el oro que robamos. Gritamos nuestros nombres al cielo, y el cielo tembló de temor.
Y nos hizo esto.
Recuerdo todo, brillante y congelado, como una pintura. Recuerdo caminar contigo, descalza en la arena, con las cálidas olas lamiendo nuestros pies. Recuerdo nuestras risas, recuerdo nuestras promesas.
"Lo lograríamos" dijimos. "Lo lograríamos", y colocaste una corona de flores en mi cabeza.
Y tus demonios celebraron con los míos, mientras los ángeles morían.
Pero aunque ya se terminó, aunque las flores en mi cabello se marchitaron, y las risas se apagaron, aunque el amanecer no es brillante, sino gris y lleno de bruma y ceniza, y la arena helada corta mis pies descalzos, y las olas son heladas y saladas contra mis heridas, y mi mano está helada pues ya no tiene la tuya para calentarla, no me arrepiento.
Porque fui reina.
Fui reina, fuimos reyes, y el mundo fue nuestro.
Seguiré caminando. No miraré atrás, no veré las debacle, no pensaré en tu cuerpo en llamas, no oiré tus gritos desgarradores mientras ardes, seguiré la costa...
No sé a dónde iré. ¿A dónde van los demonios, cuando llega el día? ¿A dónde van los gigantes cuando caen, los escombros de los castillos derrumbados, los inmortales cuando caen del cielo? ¿A dónde huyen las tinieblas, cuando llega el sol?
¿A dónde van los dioses, cuando el mundo deja de creer en ellos?
¿Se esconden, acaso? ¿Huyen de los ojos curiosos, o se disfrazan nuevamente?¿Adoptan quizás otros nombres, en busca de seducir a una nueva generación con viejas promesas?
"No somos ellos, aquellos que te traicionaron. No somos los monstruos que viste bajo tu cama. Somos distintos, somos distintos..."
No soy distinta, jamás seré distinta.
Fui reina. Fuimos reyes, y la oscuridad fue nuestra.
Fui diosa, y el mundo se dobló ante mi poder.
Fui reina.
Soy reina.
La luz no dura para siempre.
Sin más nada que decir, se despide,
S.C. (co-bloggeando con Mel e Isabella)
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